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KUKSA, EL ALMA DE LA TAZA SÁMI

Casi has terminado,estás tan feliz y emocionado por lo que has hecho,es algo único,distinto y lleva tu esencia,tu alma.Mientras la observas,acaricias cada una de sus curvas y piensas en disfrutar una buena bebida,al lado del fuego mientras el aroma de lo que estás bebiendo se mezcla con el de la madera de abedul del kuksa.Has terminado de tallar tu kuksa,pero no es el final.Antes de beber en ella es tradición hacer un ritual para terminar de preparar la madera del kuksa y que pueda soportar las bebidas,pero también para agradecer a la naturaleza lo que nos ha dado para poder hacer ese kuksa,para terminar de cerrar el vínculo con la pieza que hemos tallado y así demostrar la unión con la tierra.Hay diferencias entre los rituales que cada zona o familia hace,pero algunos pasos son imprescindibles: llenar un cuarto del kuksa con hidromiel,whisky o brandy y mover el líquido en sentido horario mojando todo el interior del kuksa.Entonces bebes el líquido para volver a llenar el kuksa y esta vez mover la bebida en sentido antihorario. Beberás de nuevo y después algunas personas ponen café fuerte en el kuksa y lo dejan reposar varias horas,después lo tiran y vuelven a llenar con alcohol,el cual no debe beberse,sino derramar en la naturaleza como ofrenda.Otras personas omiten el paso del café y después de beber del kuksa, el tercer paso es la ofrenda a la naturaleza.El kuksa está listo! Y ahí estás por fin,en silencio,en el claro del bosque,ella y tu,frente al fuego,celebrando la nueva unión,disfrutando de la calidez de la madera envolviendo la bebida,dejando que el pasado,el presente y el futuro se unan en un simple gesto.Y después de beber,mientras miras fijamente el fuego,una sonrisa aparece en tu cara...


 
 
 

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