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DRUIDAS Y LA MAGIA DE LOS ELEMENTOS

En las sagas y cuentos populares de la cultura celta hay hermosos y misteriosos relatos sobre los druidas, la magia y su poder. Parte de esa magia era usada con los elementos. El druida Cathbad cubrió con un mar de olas la llanura por la que Deirdre escapaba. Cuentan que los druidas podían crear tormentas de nieve, cambiar el día por la noche... El druida Mag Ruith hizo un fuego mágico que lanzó hacia el cielo y después lo lanzó contra el enemigo, cuyo druida no pudo desviarlo. Los druidas de Cormac secaron todo el agua de la tierra, entonces otro druida disparó una flecha y en el lugar donde cayó empezó a brotar agua fresca. El druida Mathgen arrojaba montañas contra sus enemigos. Muchos druidas hacían que árboles y piedras se convirtiesen en hombres armados, asustando así al enemigo en batalla. Otros creaban un ruido ensordecedor o gritos desgarradores. En muchos textos de las sagas hay relatos que hablan de druidas que eran capaces de crear de la nada una densa niebla mágica. Las sacerdotisas de Sena podían enfurecer al mar y al viento con sus encantamientos, algo que las brujas harían años después. El poder de los druidas eran tan inmenso que eran capaces de hacer llover sobre los campos y cultivos. Y en todos esos relatos, en toda esa demostración de poder, es donde veo que yo estaba en lo cierto... La magia está en todas partes, en cualquier rincón, en todos los elementos...y en todos nosotros... Solo hay que saber usarla... Foto por @josemiguelviejo_fotografo




 
 
 

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